en amsterdam

Parece que voy por buen camino, siempre he desado un modo de vida como la del escritor.. viajando de aquí para allá sin necesidad de enraizarse para poder desempeñar su trabajo. Recibiendo encargos con fecha de cumplimiento pero sin horarios ni necesidad de presentarse en la oficina todos los días. Ahora viajo a Holanda, la misión es seguir desarrollando mi trabajo sin que mi no-presencia se note en mi productividad.

jueves, agosto 18, 2005

Visita a Den Haag (y II)



No hablé de mi primera visita a Den Haag hace casi 3 semanas, se me fué pasando y se me pasó..

Esta es la sengunda que hago, no por que me guste la ciudad sino por que tengo un par de amigos ahí que son estupendos: mi antiguo compañero de habitación en madrid y su chica: Thïjs & Thamara.

Me han ayudado mucho a cubrir las necesidades de esta aventura holandesa en la que me encuentro, empezando por conseguirme una habita en Amsterdam. Sin olvidar todo el inglés que aprendí con Thïjs en su estancia en Madrid, pues nunca hablábamos en castellano y tampoco en holandés :)

Den Haag es una ciudad tranquila y burguesa, con un turismo playero. Me recuerda demasiado a mi Logroño natal pero con playa.


Thïjs nos viene a recoger a la estación y vamos a tomar un 'algo' al elegante bar donde trabaja Thamara, hacemos un poco de turísmo de a pié y al poco ya estamos dispuestos para el almorzaje.

Nuestros amigos nos llevan a comer un típico plato riquísimo de aquí: los pankakes, que son los crepes de aquí. El restaurante es muy elegante, a pie de playa y nos sirven unos pankakes de tamaño familiar, una carta extensísima, el mío de fresas con nata y chocolate.. tenía antojo.


A la noche fuegos artificiales y retornamos a casa para una pequeña velada de vino y charla.

Al día siguiente recorrimos la playa e incluso entramos en zoológico de peces, nunca había estado, y, la verdad, no me siento nada bien en estos sitios donde la diversión es molestar a pequeños animales enjaulados y robotizados. La mayor atracción era toquitear a pequeños tiburones en una gran pecera.


Una visita corta pero relajante.